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martes, 24 de diciembre de 2013

El hombre descalzo


Allá en la localidad cacereña de Coria, y delante de Ortega y Gasset, don Pío Baroja dejó para la posteridad la prueba de su desaliño gramatical. “No hay cosa peor —protestó— que pararse a pensar en cómo se dicen las cosas. Yo había escrito aquí ‘Aviraneta bajó de zapatillas’ y ahora no sé si se dice ‘Aviraneta bajó de zapatillas’, ‘bajó a zapatillas’ o ‘bajó con zapatillas’”. A don Pío le preocupó lo justo la corrección gramatical. Mientras que el Instituto Cervantes, alarmado por el deterioro de la calidad en el lenguaje, está mucho más preocupado, y por eso acaba de publicar Las 500 dudas más frecuentes del español, para que los ciudadanos que están interesados en expresarse con mayor precisión tengan un referente. Un buen intento. Aunque quizás ante dudas del tipo de las del gran don Pío, lo mejor sea decantarse por ir descalzo...
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viernes, 13 de diciembre de 2013

Echar de menos, o echar de más, o la historia de cómo intentar completar un puzle

Se dejó inundar, se dejó invadir por ella. No sabía por cuánto tiempo, pero prefería tenerla un instante a no tenerla nunca, aunque eso le fuera a hacer sentir aún más su falta, como si un hueco se abriera en su interior. Cada vez que partía algo se rompía dentro, pero al regresar a ella todo volvía a cobrar sentido. Como cuando se pone la última pieza a un puzle, sólo que ella no era la última pieza, sino la primera y única, la pieza imprescindible.


miércoles, 27 de noviembre de 2013

Otros mundos dentro de éste al desdoblar la realidad



Catedrales que habitan sobre arenas claras. Lugares en los que poder parar el tiempo. Templos de serenidad en los que el mar nos acoge, y a la par nos encoge, haciéndonos sentir que quizá no sea tanta la diferencia entre lo efímero y lo eterno.

(Praia de Augas Santas)



sábado, 16 de noviembre de 2013

En las antípodas


Lejanía y cercanía..., dos conceptos tan relativos como subjetivos. Podemos sentirnos tan cerca estando tan lejos, y sentirnos tan lejos estando tan cerca. Algo parecido a lo que sucede con la soledad, que puede invadirnos a pesar de estar rodeados de personas, porque nos resultan extrañas, ajenas. Y paseamos por nuestra mente buscando ese rincón en el que duermen los momentos que nunca olvidamos y que nos permiten creer que caminamos hacia algún lugar (aunque sea cerca de las antípodas, reales o creadas).


martes, 12 de noviembre de 2013

La melancolía

Foto: I.D.I.
A veces nos invade la punzada de lo que fue o de lo que pudo haber sido, y a ella se añade el temblor de lo que será o de lo que podría ser. La melancolía nos retrotrae al recuerdo de lo que no dijimos, lo que no hicimos, lo que nadie supo, lo que dejamos fuera de nuestra vida, lo que guardamos tan dentro que ha llegado a ser inaccesible. Esa melancolía nos convierte en objetos en manos de una vida que nos lleva por senderos que acabamos asumiendo como propios sin saber la verdadera razón, a la espera de algo que desconocemos.



miércoles, 6 de noviembre de 2013

El último baile en el umbral de la nada

Sólo quería desaparecer, diluirse como un líquido que se escapa de las manos, difícil de retener, que tan solo un recipiente sin vida podría contener. Anhelaba lo que no tenía, tenía lo que no anhelaba. Había llegado a su propio umbral de dolor, a ese umbral en el que uno no es nadie, en el que todos son ninguno, en el que la muchedumbre, lejos de ser un consuelo, es una penitencia. A ese umbral en el que cada cual decide dónde pondrá el punto de inflexión, si fuera de sí mismo o dentro de su propio ser (lleve eso a donde lleve, y sea eso lo que quiera que sea). 
ÚLTIMO BAILE
Entonces abrió el grifo del agua y la dejó correr..., y se quedó allí, escuchando su sonido, viendo cómo algunas gotas parecían saltar..., y se dejó llevar por ella, como en un baile pero al revés.








martes, 22 de octubre de 2013

Entre búhos y lechuzas, o la traición en forma de ave



Aquella mañana, al despertar, tuvo una extraña sensación. Una punzada en la cabeza le hizo llevarse la mano hacia ella, pero descubrió que sus manos eran… ¿garras? Sí, una especie de garras como las de… ¿un búho? ¡Se había convertido en un búho! No recordaba nada de lo que había pasado, no sabía si era fruto de una reencarnación o de un hechizo, aunque se decantaba por esta última opción, aquellas palabras que aún resonaban en su cabeza…, ¿cómo no se había dado cuenta?



Voló hasta la ventana, tratando de salir, de alguna manera, de la situación y, al posarse en la barandilla, un rayo de sol rozó sus plumas y de pronto sintió que su nuevo cuerpo no le respondía, que ese rayo le había dejado petrificado. No podía articular palabra, ni tampoco levantar el vuelo. El sol le había hecho eterno, tal y como le habían advertido que sucedería, pero lo que no le habían advertido era que no recordaría ninguna de las advertencias. La noche era ahora su mejor refugio.


lunes, 14 de octubre de 2013

Bajo el cielo protector

Cada paso que daba le llevaba a un camino aún más absurdo que el anterior. Le adentraba en un tumulto de pensamientos carentes de sentido, en una desazón que crecía y crecía, llegando a un extremo que rozaba lo esperpéntico. Aquella tarde esos pasos le llevaron hasta el mismo comienzo de la noche. Sus ojos ya apenas distinguían colores, apenas siluetas, sólo sombras..., hacía tiempo que venía siendo así, que su vista le estaba abandonando, como casi todo a lo largo de su vida, incluida su suerte. Pero un pequeño halo de luz apareció a lo lejos, o quizás era cerca, sólo fue un momento, un instante, pero la vio, allí, frente a él, y la grabó en su retina para siempre, para poder regresar a ella como si fuera su brújula. Una brújula que le señalaría el camino bajo el cielo protector. 



martes, 1 de octubre de 2013

La sombra de la búsqueda



Saltó de una a otra, y de esa a la siguiente, buscando dónde sembrar sus sueños. Pero no parecía existir tal cosa, quizá todo había sido un engaño (eso que algunos llaman una broma pesada del destino). Sin embargo cuando la vio allí, al final de todas ellas, supo que se pertenecían.



lunes, 23 de septiembre de 2013

Y llegó el otoño...

Equinoccio Otoñal... el equinoccio en el que los días tienen una duración igual a la de las noches en todos los lugares de la Tierra (excepto en los polos).

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domingo, 1 de septiembre de 2013

Lo que se esconde tras lo que se desea


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¿Qué queremos cuando deseamos? ¿Qué echamos de menos cuando nos echamos de menos? ¿Echamos de menos la presencia de otra persona, o echamos de menos lo que también echamos de menos cuando estamos juntos? ¿De qué hablamos cuando estamos juntos? ¿Por qué reímos, y por qué lloramos? El contacto entre personas, entre una persona y el mundo, entre ella y su época, ¿no es sino un sustituto del contacto que no deja preguntas sin respuesta? A veces las imágenes pueden ser un sustituto de aquello que queremos pero que no logramos abrazar. Incluso lo escrito puede que sustituya aquello que querría decirse realmente pero para lo que ni siquiera existen palabras.


sábado, 24 de agosto de 2013

Y, al hilo de la conversación...

... la besó. ¿Fue un beso casual, o un beso planeado e intencionado? Nunca lo sabremos, porque los impulsos son difíciles de controlar y juegan como las visitas inesperadas, a las que casi siempre, por suerte o por casualidad, tenemos algo que ofrecer.

viernes, 16 de agosto de 2013

A través de los ojos de...


Creyó ver algo que se movía más allá de su propio campo de visión. Observó de nuevo, concentrándose en no perder detalle. Y entonces vio otra vez algo que, lejos de ser un objeto, era el reflejo de su propio yo. Parecía estar haciéndole señales, o tratando de decirle algo, pero no lograba saber qué era lo que realmente quería. Se acercó todo lo que pudo, intentando no asustarle, porque no cabía duda, era su propio yo, y cuando estuvo tan cerca que resultaba imposible cualquier punto de escape, y sabiendo que nadie miraba, empujó a su propio yo, y vio reflejado en sus ojos el miedo a desaparecer para siempre. 
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lunes, 22 de julio de 2013

Océanos inmensos de mentiras y verdades

Probablemente no midió las consecuencias. Supuso que una pequeña mentira no podría llegar a convertirse en una gran verdad, pensó que una pequeña mentira no dañaría a nadie, aunque realmente era a sí mismo a quien pretendía salvar de sufrir cualquier daño. Sin embargo ella sabía que la verdad no era tal, y que la mentira subyacía a esa pretendida realidad ideada por él. No se sabe quién fue mejor actor..., si él tratando de convertir esa mentira en verdad, o ella, haciéndole creer que no sabía que todo era un burdo constructo. 
Pero ahora era él el que estaba frente al acantilado, perdiéndose en su inmensidad, intentando ahogar en él las consecuencias, intentando encontrar en él alguna verdad, o alguna otra mentira que convertir en verdad. Puede que esta vez fuera el agua del acantilado la única capaz de proporcionarle el consuelo "perfecto"..., sólo era cuestión de probar.



martes, 2 de julio de 2013

¿Quién teme a...?

Parecía vivir cómodo en su profunda oscuridad. A caballo entre el abismo y la puerta que le permitía engancharse al alambre por el que cada día caminaba por la vida como si fuera un equilibrista. E inmerso estaba en ese lugar que sentía tan suyo cuando llamaron a la puerta..., y lejos de apresurarse a abrirla, allí permaneció, a escasos metros del picaporte, sin intención de abrir por temor a que, tras la puerta, no estuviera ella, la única capaz de sacarle de allí, de hacerle abandonar esa oscuridad. No abrió por miedo a perderla para siempre, porque si no era ella la que esperaba tras la puerta él perdería para siempre la esperanza en que un día apareciera realmente, y sucumbiría ante la decepción, abandonándose aún más al abismo. Sabía que no abrir era perderla y no perderla al mismo tiempo. Estuvo horas al lado de la puerta, con su mano rozando la posibilidad de abrir, pero ni tan siquiera cedió a la tentación de asomarse a alguna ventana y acaso reconocer su silueta alejándose, una silueta tan anhelada y deseada..., una silueta que tantas noches le había acompañado, aunque ya no seguro si sólo en sueños o también en la realidad.

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Indefinite Divisibility, Yves Tanguy            

jueves, 13 de junio de 2013

Antídotos y venenos

Si hubiera tenido un don, lo habría utilizado en aquel momento. Sin embargo se quedó paralizado, con el cuerpo de su amada yaciendo entre sus brazos. O, más bien, con lo que quedaba de ella. Todo había comenzado con una pelea, con una absurda pelea, en la que ella finalmente rompió a llorar hasta que sus lágrimas cubrieron su cuerpo de tal modo que acabó convertida en una gran lágrima que se diluyó, formando un lago en el lugar donde había estado. Y ahora era esa el agua que él tenía entre sus manos. La abarcaba a ella como nunca antes, y se reflejaba en ella como otras veces lo había hecho en sus ojos. Y, puesto que carecía del don para devolverle la vida, decidió bebérsela, aunque nunca supo si a modo de antídoto (para curar su ausencia), o de veneno (para morir con ella).





viernes, 7 de junio de 2013

Caminos de ida y vuelta

Los seres humanos son, en ocasiones, como los caminos que tomamos: imprevisibles, indescriptibles e, incluso, mágicos. No sabemos a quiénes encontraremos en nuestros caminos, en nuestras idas y venidas, ni a quiénes no encontraremos jamás. Habrá personas que se queden para siempre, otras que tan sólo se crucen, y algunas que ni siquiera sepan que nuestro camino existió.


domingo, 26 de mayo de 2013

Hay ocasiones en las que...

... no son los lugares, sino las personas quienes hacemos de ellos algo especial, y a pesar de que creamos dejarlos atrás, viajan con nosotros sin que los hayamos metido en nuestra maleta.




martes, 23 de abril de 2013

El gran espejo

Su furia contenida no era furia, sino más bien el ímpetu admirable de lo irracional. Se trataba de una razón que no se regía por los parámetros del mundo ordinario. Se trataba de ese gran espejo que es el mar, en el que el reflejo de los rostros y de los cuerpos, diminutos, parece llegar como si su sal arrancara con fuerza los restos de los viejos sentimientos, de los días y las noches muertas, de todo aquello que creíamos insalvable. 


sábado, 20 de abril de 2013

Prisionero(s) del recuerdo






Paseaba bajo la tenue luz del sol. Se paró a mirar un escaparate lleno de libros y sonrió a una desconocida bajo ese cielo. O mejor dicho: sonrió a una desconocida porque, durante unos instantes, le recordó a aquella persona a quien amó tiempo atrás. 







lunes, 15 de abril de 2013

Si huyes de una tormenta...

Lugares, pequeñas cosas..., se convierten a menudo en restos de un naufragio, en jirones que pueden, o no, ser remendados. Están ahí como memoria, como aviso, incluso como frontera entre la comodidad y el miedo. Un miedo a las heridas, o a las cicatrices, un miedo tan encarcelado como libre.


lunes, 8 de abril de 2013

El tragaluz de su vida

Las estrellas no dejaban de brillar, como luces que alumbrasen su camino, pero aún así se hundió en su noche, como un adicto, invadido por ella, y el placer que sintió fue tan infinito que prefirió permanecer eclipsado, mordiendo un mundo que iluminaba su mitad desconocida.

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miércoles, 3 de abril de 2013

El final del invierno

Nuestras vidas se encuentran llenas de incertidumbres porque el eje que las mueve no es la certeza sino la búsqueda.




lunes, 18 de marzo de 2013

De encuentros y despedidas; de despedidas y encuentros

Sus lágrimas vivían tan dentro de él que ni tan siquiera sabía que podía derramarlas. Y no fue aquella despedida la que hizo que las gotas saladas cayeran por sus mejillas, sino el miedo de haberse encontrado con el abismo de sus propios sentimientos.




lunes, 4 de marzo de 2013

Coleccionando instantes

Buscó su boca, 
cerró los ojos
y se dejó llevar... 
                                                                           



miércoles, 13 de febrero de 2013

¿Es el corazón capaz de salir siempre a flote...?




Como una ausencia que se extiende, y que se enciende al mismo tiempo, el mar reparte el sonido del corazón, lloviendo, atardeciendo, en una sola costa.
(P.D. En homenaje al gran Neruda)

lunes, 28 de enero de 2013

El equilibrista

Medía cada uno de sus movimientos. Se movía tan lentamente que cualquiera hubiera pensado que ni tan siquiera se estaba moviendo. Probablemente se debía a que tenía un miedo atroz, un miedo desproporcionado a que le descubrieran, a que se dieran cuenta de que podía ser capaz... de amar a alguien.

viernes, 18 de enero de 2013

El buscador de imágenes (2ª parte, ¿y final?)

... Miraba a su alrededor sin otro afán que encontrarla, aunque a veces un afán tal no conduce al fin deseado. Y fue entonces cuando, en medio de ese vaivén del destino, en medio de lo esperado y lo inesperado, su mirada pudo detenerse y calmar su búsqueda. ¿Realmente la había encontrado?, ¿o todo era fruto de su imaginación...? Una imaginación tan traicionera como la propia búsqueda, una búsqueda tan alejada de la realidad como lo está a veces la propia vida. Alzó el objetivo de su cámara... 



viernes, 11 de enero de 2013

El buscador de imágenes (1ª parte)




Recorría la ciudad. Esa ciudad que tantas veces le había acompañado. Pero su mente estaba muy lejos de allí, y muy cerca de cualquier otro lugar. Y es que no cesaba de buscar. Buscaba..., la buscaba... Sentía que sus pasos podían estar llevándole hacia ella, aunque el destino traza senderos que pocos conocen. Buscaba...


miércoles, 2 de enero de 2013

Un brindis por...




... Todas las noches sin tiempo y todos los días eternos, todos los deseos cumplidos y todos los sueños por realizar, todas las personas cercanas y lejanas, todos los sentimientos descubiertos y los que quedan por descubrir, todas las pasiones desatadas y las que se desatarán, todas las razones proclamadas, todas las sensaciones expresadas, todos los pequeños y buenos momentos que se convertirán en otros aún más grandes, todos los besos recibidos y todos los que vendrán, todo lo vivido y lo que queda por vivir...

Un brindis por... todo lo que somos..., y todo lo que seremos.