Páginas

lunes, 22 de julio de 2013

Océanos inmensos de mentiras y verdades

Probablemente no midió las consecuencias. Supuso que una pequeña mentira no podría llegar a convertirse en una gran verdad, pensó que una pequeña mentira no dañaría a nadie, aunque realmente era a sí mismo a quien pretendía salvar de sufrir cualquier daño. Sin embargo ella sabía que la verdad no era tal, y que la mentira subyacía a esa pretendida realidad ideada por él. No se sabe quién fue mejor actor..., si él tratando de convertir esa mentira en verdad, o ella, haciéndole creer que no sabía que todo era un burdo constructo. 
Pero ahora era él el que estaba frente al acantilado, perdiéndose en su inmensidad, intentando ahogar en él las consecuencias, intentando encontrar en él alguna verdad, o alguna otra mentira que convertir en verdad. Puede que esta vez fuera el agua del acantilado la única capaz de proporcionarle el consuelo "perfecto"..., sólo era cuestión de probar.



martes, 2 de julio de 2013

¿Quién teme a...?

Parecía vivir cómodo en su profunda oscuridad. A caballo entre el abismo y la puerta que le permitía engancharse al alambre por el que cada día caminaba por la vida como si fuera un equilibrista. E inmerso estaba en ese lugar que sentía tan suyo cuando llamaron a la puerta..., y lejos de apresurarse a abrirla, allí permaneció, a escasos metros del picaporte, sin intención de abrir por temor a que, tras la puerta, no estuviera ella, la única capaz de sacarle de allí, de hacerle abandonar esa oscuridad. No abrió por miedo a perderla para siempre, porque si no era ella la que esperaba tras la puerta él perdería para siempre la esperanza en que un día apareciera realmente, y sucumbiría ante la decepción, abandonándose aún más al abismo. Sabía que no abrir era perderla y no perderla al mismo tiempo. Estuvo horas al lado de la puerta, con su mano rozando la posibilidad de abrir, pero ni tan siquiera cedió a la tentación de asomarse a alguna ventana y acaso reconocer su silueta alejándose, una silueta tan anhelada y deseada..., una silueta que tantas noches le había acompañado, aunque ya no seguro si sólo en sueños o también en la realidad.

http://www.matta-art.com/tanguy/indef.jpg
Indefinite Divisibility, Yves Tanguy