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martes, 9 de junio de 2015

El trato

Decidió vender su alma al diablo. Como se dice que el alma es lo más valioso que tiene el hombre, esperaba hacer un gran negocio. Pero el diablo que se presentó a la cita no pareció estar a la altura de sus expectativas. Las pezuñas eran de plástico, tenía la cola mordida y medio arrancada, atada con una cuerda, el pellejo roído por las polillas, con un color desvaído... ¿Cuánto podría pagar un personaje de ese bajo calibre por su inapreciable alma?
-¿Seguro que usted es el diablo?- preguntó.
- Sí, ¿acaso lo duda?
- Bueno, me esperaba algo así como un Príncipe de las Tinieblas y usted es, no sé, algo así como una especie de chapuza...
- A tal alma tal diablo -contestó-. Y ahora vayamos al negocio.

(Basado en La mosca de Slawomir Mrozek)

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